Poster de la película "Waterloo". Para ver la ficha técnica en IMDB, da click aqui |
Al tiempo que mi papá me explicaba la historia de este histórico encuentro ayudado por las figuras en escala 1/32 de Airfix de soldados franceses, ingleses y escoceses en Waterloo (Click aqui para conocerlas) me encontré fascinado con ello. Ese momento crucial en mi vida fue una de las más grandes causas para que me dedicara en cuerpo y alma al estudio de la historia.
Desde entonces Napoleón y su leyenda serían una de mis más grandes admiraciones. Waterloo tuvo un significado para el rumbo de la historia occidental y en lo personal, me definió como un sujeto histórico. Han sido tantas horas invertidas en saber más y más de ese enfrentamiento del domingo 18 de junio de 1815. Tantos textos, tantos libros, tantos websites, tantos juegos...
En vísperas del bicentenario de ese hecho hago una retrospección a mi vida. Aquel niño de 8 años que se maravilló por los uniformes, música y banderas de una película se convirtió en historiador que ha visto cosas maravillosas del pasado humano y específicamente de la historia del conflicto humano, de la historia militar.
No es coincidencia que haya cierto paralelismo hasta con las fechas. En 1989 se festejó el bicentenario de la Revolución Francesa. Hoy en 2015 ha pasado el mismo tiempo que tuvo Napoleón para convertirse de un oficial de destino obscuro y taciturno a Emperador de los franceses, amo de Europa y personaje de leyenda para acabar derrotado pero no olvidado.
De 1789 a 1815 el mundo cambió para siempre. Fue el inicio del liberalismo, el inicio de la era de los ideales libertarios, el principio del fin del Antiguo Régimen, el gran parteaguas de la historia humana.
Entre 1989 y 2015 este autor ha dedicado todo su ser a la historia y no se arrepiente de haber elegido el camino que desde niño supo que transitaría. Con la formación académica he refinado y enriquecido mi bagaje sobre la época napoleónica y su apoteósico final.
He conocido colegas historiadores que están en ello por no tener otra opción de vida o por motivos políticos, porque quisieron ser profesores, porque quisieron saber más, etc. Lo cierto es que puede haber varios que iniciaron por una situación similar a la mía. La diferencia es que a mi me encanta, me apasiona, vivo mi óptica histórica sobre la historia militar.
Si mi hija o mis nietos se interesan alguna vez por conocer más sobre mi, descubrirán que una de mis más grandes pasiones (y que no son pocas) en este mundo fue la Batalla de Waterloo. Ha sido una gran vida y contando.